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miércoles, 12 de enero de 2011

MC Drifter en Autozoom: Columna de Enero

 

Ya está lista la columna de Enero que este blog tiene en la revista Autozoom (en realidad es la columna de Diciembre, solo que en ese mes salio una especie de editorial mia, no una columna). El tema en esta oportunidad: "¿Y ahora qué hacemos?", que habla sobre el muy discutido problema de beber y conducir. Léanla a continuación...




¿Y ahora qué hacemos?


Los seres humanos somos sociables por naturaleza. Nos gusta salir, reunirnos en lugares como pubs, boliches, restaurantes y tomar algo de alcohol se hace casi inevitable al pasar un buen momento en pareja o con amigos. Pero al querer volver a casa comienzan los problemas…

No faltará quien diga que puede manejar porque “está bien”, porque “solo tomé un par de tragos” o porque “tiene aguante”. Pero la verdad es que tomar afecta la capacidad de concentración, esa es una realidad. Sino prueben cualquier juego de carreras para PC o consola con un par de copas encima y verán que no pueden ni acercarse a sus mejores tiempos (esto, claro está, si no están despatarrados en un sofá o agarrándose a trompadas por ahí).

¿Entonces, qué hacemos?

Volverse en ómnibus es imposible hasta que sea de día, y si estuvieron tomando hasta ese momento posiblemente se hayan ya olvidado hasta de donde viven. El taxi es otra opción, pero hay lugares en los que es más fácil llegar a ver un Panzer que uno. Y ni hablar en Año Nuevo o si empieza a llover. Ahí puede darse el caso de llamar uno y que para cuando llegue (en un par de meses) estar totalmente sobrio y haber vuelto en auto sin problemas.

El simple hecho de tener a alguien como “conductor designado” es una idea terrible también. Imaginen a todos bebiendo y a uno apartado, tomando agua saborizada de pera con hubiscus, siendo el hazmerreir de la fiesta. Y al salir puede que lo nuble tanto el odio que se crea Tomi Makinen en el rally Montecarlo ’99 en su Fiat Palio y que amanezcan en terapia intensiva en el Hospital de Urgencias de cualquier manera. O que los amigos lo hagan a un lado y termine desde ese día encerrado en su casa coleccionando fusiles de asalto y contando los días para iniciar una matanza.

¿Entonces, qué hacemos?

Según un legislador de Córdoba, la solución es hacer controles de alcoholemia en las estaciones de servicio a la gente que va a cargar combustible a la noche. De hacerse efectiva, veríamos miles de autos abandonados y multitudes caminando borrachas sin rumbo por la ciudad. Y esto (como hemos visto en reiteradas veces en películas de zombies hollywoodenses desde los años 30) no es nada bueno. 

¿Qué dice Volvo, empresa sueca líder en seguridad automotriz? Ellos idearon un sistema llamado “Alcoguard”, dispositivo en el que hay que soplar y que no te deja prender el auto si superas el límite de alcohol permitido. Yo me imagino que si tu propio auto no te deja arrancar por tomar dos vasos de vino en vez de uno es para bajarse, tirarle algunos litros de vodka, prenderle fuego y disfrutar de la ironía de un auto anti-alcohol consumido por éste, aunque eso no solucione el problema de fondo.

¿Entonces, qué hacemos?

Bueno, buscamos algunos tragos y esperamos que alguien con dos dedos de frente saque una solución mejor a las existentes. Mientras tanto, qué suerte que conozco un buen bar para ir caminando. Hasta el mes que viene.

En la revista se vé así...(click para ampliar)


PD: la revista tiene publicada la versión original de la columna, con la mención del mes de Diciembre

En breve más novedades, saludos!

7 comentarios:

Pobretolo dijo...

La verdad es que no puedo estar más en desacuerdo, de forma velada, parece que la única solución pasa por permitir beber y conducir, y, de hecho, yo, y no soy el único que conozco, no bebo, y suelo ser el conductor habitual, nunca me he sentido marginado ni nada por el estilo, y es que salir de fiesta y beber no es la misma cosa, lo siento.
Del mismo modo, conozco grupos de amigos en los que recurren al conductor designado, sin llegar a salir en la sección de sucesos.
Parece que relacionas salir de fiesta con la perdida del civismo, y no es así.
Obviamente, no digo que nadie beba, si no que, aun sin beber, una personal puede pasarlo igual de bien que las demás con sus cervezas, cubatas, o lo que sea.

Javier (McDrifter) dijo...

Aqui se complica bastante ir de fiesta y no tomar la verdad jaja pero bueno, hay casos para todo. Gracias por opinar, saludos :)

BUSTA. dijo...

buen, primero, felicitaciones, por tener ya una lugar establecido en la revista, sigue así...

ahora sobre el tema en cuestión, yo comparto en parte la opinión de pabreloko, es verdad que por no beber uno no tiene porque sentirse marginado, ni nada parecido, pero de vez en cuando dan ganas de tomar sus copillas, y ay es cuando se complica la cosa.

saludos, y estimado, cuando comienza la nueva temporada de top gear????

Galtxu dijo...

Completamente de acuerdo contigo pobreloko, cual se supone que es la conclusión? que todo siga igual? no creo que ninguna de las alternativas que Javier ha puesto en el articulo sean tan malas como las pinta, bueno, una si que lo es, beber y conducir. Ya he perdido 3 amigos por eso, esas pequeñas incomodidades, les hubieran salvado la vida...

Javier (McDrifter) dijo...

La conclusion es que beber y manejar es una mala junta y si hubiera menos haciendose los machos tratando de manejar con unos tragos encima habría menos accidentes los fines de semana...

Saludos!

Zeta_bola_1 dijo...

la verdad que venias bien en las columnas, en esta derrapaste como loco

Gabriel dijo...

Javier muy buena columna me mato de esperar un mes el remis (creo q se escribe asi) jajaja ya que uno espera y espera hasta de dia los dichosos moviles, por mi parte tengo la fortuna de tener una amiga que no bebe y conduce asi q cada ves q salimos de tomatera ella nos lleva a los borrachines a casa a salvo, bueno eso mientras no nos topemos con un borracho que vaya al volante, ese es otro tema, un saludo y gracias por tu trabajo, Gabriel

 

Sobre mí...

Mi foto
Cordoba Capital, Cordoba, Argentina
Cordobés, Lic. en Turismo. Apasionado por los autos, los buenos vinos y el metal.

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